El Ayuntamiento de Mengíbar pide calma por la planta de biometano

Decenas de vecinos del municipio han acudido a una sesión informativa con la empresa que la pondrá en marcha ante el revuelo que ha creado este anuncio

 El Ayuntamiento de Mengíbar pide calma por la planta de biometano

Foto: NATURMET

Sesión informativa celebrada este martes en Mengíbar.

El Ayuntamiento de Mengíbar y la empresa Naturmet, firma industrial española encargada del desarrollo y puesta en marcha de la Planta de Biometano en el municipio jiennense, han convocado este martes una comisión informativa abierta a todo el público con el objetivo de disipar las dudas existentes entre la población sobre este nuevo proyecto.

En el encuentro ha estado presente el alcalde del municipio, Juan Bravo Sosa; el responsable de Biometano de Naturmet, Darío Pérez; el profesor de la Universidad de Jaén y experto en ecología y medio ambiente, Antonio Manzaneda, además de técnicos municipales y miembros de la plataforma 'STOP Planta de Biometano de Mengíbar'.

Desde el grupo promotor y su equipo técnico, que poseen una larga experiencia en la promoción, construcción y operación de plantas de biometano, han mostrado su disposición para informar con detalle y solucionar todas las dudas que se han planteado y que han generado un gran revuelo entre la población.



Así, Darío Pérez ha hecho hincapié en que se sepa diferenciar biogás de biometano: “Biometano no es igual que biogás. Una planta de biogás tiene emisiones de gases. Una planta de biometano no. Muchas plantas de biogás se construyen para quemar éste en una turbina de generación de electricidad; en la planta proyectada se inyectaría el biometano a la red como gas natural, no habiendo olores de la combustión, emisiones, partículas o humos”, ha expuesto. También ha destacado que se trata de crear una fuente de energía renovable además de una actividad de economía circular.

Otra de las cuestiones que más ha preocupado a los vecinos es la proximidad de la planta ya que el proyecto se sitúa a 900 metros del casco urbano y a 560 metros de una nueva urbanización. Ante esta inquietud, Pérez ha manifestado que, aunque parezca mentira, no existe normativa que obligue a una distancia determinada. “Y esto es así debido a la seguridad de estas plantas. Por eso en Europa es normal encontrar plantas muy cerca de las poblaciones; incluso hay plantas alimentarias con digestores en sus instalaciones. Podemos encontrar cientos de ejemplos en Italia, Dinamarca, Alemania o Francia, entre otros países”, ha explicado, y ha insistido en que esta planta "supone una oportunidad para lo que antes era una amenaza".

Otro de los asuntos que preocupa a los vecinos es el tránsito de camiones por las vías urbanas. Sobre ello, el responsable ha informado a los asistentes que al acabar de construirse, la planta trabajaría durante los primeros 18 meses a baja carga, con 4 ó 5 camiones al día; durante otros 6 meses más a media carga, con 5 ó 6 camiones al día,  y a pleno rendimiento, serían entre 10 y 11 camiones al día cerrados, herméticos “sin olores y sin fugas”.

De la misma manera ha destacado que el corazón de una planta de biometano es el digestor, una gran piscina cilíndrica totalmente hermética: “No puede escaparse nada del digestor”, ha expuesto el responsable.

En cuanto a la materia prima empleada, se trataría de paja y hoja de olivo, comprando dicha materia prima y generando valor a los agricultores del municipio y purines (cerdo y vaca) de explotaciones de la comarca, ayudándolas a cumplir la normativa europea de emisiones de metano. “El purín dejaría de estar en balsas al aire libre que generan olores y emisiones. En planta se almacenarían en tanques cerrados y la descarga se haría en atmósferas controladas”, ha informado. También se emplearía gallinaza como la que en la actualidad se usa para abonar los cultivos; orujillo del sector del aceite; y alpechín de instalaciones aledañas, “que dejaría de estar en balsas al aire libre generando molestias”, ha incidido.

Sobre los olores ha informado a los vecinos de que no habrá olores “pues hacemos que tanques y naves de almacenamiento de materias primas y descarga de purines estén cerradas y cuenten con filtros de limpieza del aire de su interior”. “A pesar de ser una tecnología estanca sin olor, hemos preferido ser cautos y analizar posibles focos de emisión con la empresa especializada Suez a través de un modelo matemático de olores que tiene en cuenta la orografía, los vientos y los focos de emisión”, ha añadido.

Además, según ha explicado el responsable de Naturmet, la Planta de Biometano generará ingresos económicos para el municipio de manera puntual, además de manera recurrente con una creación de empleo local de entre 10 a 15 puestos de trabajo. “La producción de biometano es clave para limitar las emisiones, pero es importante diseñarlas, construirlas y operarlas adecuadamente”, ha concluido.

Por su parte, el alcalde de Mengíbar, Juan Bravo, ha destacado que “desde el inicio, la empresa nos trasladó este proyecto como una oportunidad de generación de empleo en Mengíbar y, al mismo tiempo, como una actividad de gestión de residuos destinada a reducir el impacto negativo que provocan otras empresas en la localidad y en el municipio”. “Según la propia empresa, se presentaba como una alternativa sostenible, con beneficios ambientales, económicos y sociales, en la que la reutilización de residuos se considera un proceso clave para avanzar hacia un cambio de modelo energético más sostenible y limpio. Esa es la información que recibimos en su momento y que hemos compartido con la ciudadanía”, ha expuesto el alcalde.

Por último, el profesor de la Universidad de Jaén, Antonio Manzaneda, ha hablado sobre las posibilidades y aplicaciones del digestato, el producto que queda después de la digestión anaeróbica de materia orgánica. “En esencia, este residuo es una mezcla de materia orgánica y agua y tiene un potencial enorme para usarlo como enmienda orgánica en la agricultura a nivel local y regional, lo que sería muy conveniente dado el pobre contenido en materia orgánica que tienen los suelos del olivar”, ha informado. “El digestato puede aportar nutrientes esenciales: nitrógeno, fósforo, potasio, para las plantas y mejora la estructura del suelo. Sin duda un potencial que merece la pena explorar, ya que puede integrarse en planes de agricultura regenerativa y economía circular”, ha expuesto.