¡Ay, con lo juancarlista que yo era!
Al rey emérito su pueblo siempre estuvo dispuesto a perdonarle su lujuria, pero no su avaricia. La primera era solo un pecado; la segunda, un delito
El blog de Antonio Avendaño. Aunque no siempre reconocido por sus envidiosos compañeros, ha desempeñado brillantemente el oficio de periodista en distintos medios, entre ellos Diario Jaén. Le gusta decir que nació en Albacete, pero lo hizo en una insignificante aldea manchega llamada La Yunquera. Es con toda seguridad el hijo de aquel lugar que ha llegado más lejos, aunque los envidiosos vecinos de su pueblo acostumbren a negarlo.
Al rey emérito su pueblo siempre estuvo dispuesto a perdonarle su lujuria, pero no su avaricia. La primera era solo un pecado; la segunda, un delito
Al igual que en el 11-M, en el Yak-42 o en la catástrofe del metro de Valencia, también ahora la justicia intenta aclarar lo que la política se afana en ocultar
La crítica piensa que desde hace años el Planeta lo ganan novelas mediocres. No siempre fue así, como certifican ‘El busca del unicornio’ y ‘El jinete polaco"
La escandalosa crisis de las mamografías es el primer tumor político maligno que aparece en el cuerpo hasta ahora serrano de la derecha gobernante
Trump, Putin y Netanyahu han detectado el miedo de Europa a plantarles cara, como supo olerlo Hitler en los años 30, aunque este a la postre errara cálculos
El tranvía lo inaugurará un alcalde socialista: hay cierta justicia poética, pero no era ese el plan de los cráneos privilegiados de San Telmo
Hoy hay más mentiras no porque los políticos sean más mendaces, sino porque cuentan con un poderoso, omnipresente y altamente sofisticado sistema de altavoces
¿Qué tienen en común los casos de la diputada Noelia Gómez, el ministro Montoro y el no al decreto antiapagón? Que en todos ellos la protagonista era la mentira
La corrupción de los partidos escandaliza, y con razón, a todo el mundo (a unos más que a otros), mientras la corrupción empresarial tiene patente de corso
Los riesgos de la ley de amnistía serán para Sánchez y el PSOE cuando haya elecciones, pero no para la justicia, para la democracia o para el Estado