Bomberos de Jaén, en primera línea contra el fuego

EXTRA JAÉN habla con parte del equipo de bomberos que este verano se desplazó hasta León para ayudar en las labores de extinción de los incendios

Video: VIRGINIA OYA / RAMÓN GUIRADO

Bomberos de Jaén.


Verano devastador en lo que a incendios se refiere. Con más de 382.000 hectáreas arrasadas por el fuego, según estimaciones del Sistema de Información Europeo de Incendios Forestales (EFFIS), el país ha vivido una de las peores temporadas de incendios forestales de este siglo. La cifra supera ampliamente los datos oficiales del Ministerio para la Transición Ecológica (MITECO), que contabilizaba 217.700 hectáreas quemadas hasta el 31 de agosto.

La oleada de grandes incendios comenzó en julio en Lleida, donde las llamas consumieron más de 5.500 hectáreas y se cobraron la vida de dos agricultores. Días después, en Tarragona, otro fuego causó la muerte de un técnico forestal. El balance provisional de víctimas mortales en la campaña estival asciende ya a cuatro personas.

En agosto, la situación empeoró drásticamente. Galicia y Castilla y León fueron las regiones más afectadas, registrando algunos de los siniestros más extensos de las últimas décadas. El incendio más destructivo se produjo en A Rúa (Ourense), con más de 44.400 hectáreas calcinadas, seguido por el de Uña de Quintana (Zamora), con casi 40.800 hectáreas. Otros fuegos de gran magnitud arrasaron zonas como Benuza (León), con 32.600 hectáreas, Manzaneda (Ourense), con 28.400, y Oímbra (Ourense), con más de 27.700.

Ante esta situación, desde el Parque de Bomberos de la capital se decidió crear un equipo de ocho voluntarios que en pocas horas se puso en marcha para ayudar en las labores de extinción en la comunidad de Castilla y León. "Lo organizamos todo muy rápido y preparamos preparamos el material, viajamos con una bomba urbana pesada, una bomba forestal ligera y un microbús de apoyo con equipos personales para ataque del fuego", cuenta Juan Pablo Rodríguez, uno de los voluntarios.



Una vez en la zona, los bomberos jiennenses actuaron como apoyo de los medios locales aunque afirman que la situación era tan grave que "solo era la posible la extinción con medios aéreos". "Estuvimos ayudando desde abajo pero el fuego lo arrasó todo, te asomabas a una loma en el campo y solo se veían llamas", explica Juan Pablo, quien afirma que les sorprendió como algunos vecinos de la zona se negaban a marcharse y a abandonar a sus animales o sus propias casas. 

A pesar de que Jaén también ha vivido un verano con varios incendios que han azotado la Sierra de Andújar, Sierra Mágina y alguno que otro declarado en la zona metropolitana de Jaén, la situación no ha sido tan grave como en el norte de España. "En estas zonas hemos actuado como apoyo pero la situación no era como en León, aquí los fuegos se han podido controlar más rápidamente y no han sido tan devastadores", cuenta César Ciobanu, otro de los bomberos voluntarios. "Ha sido una experiencia dura pero enriquecedora por la labor que hemos hecho como equipo en este viaje", dice.

Causas
En cuanto a las causas de los incendios, en la mayoría de los caos se producen debido a  negligencias o accidentes (colillas, barbacoas, maquinaria agrícola y forestal, vertederos o tendidos eléctricos mal mantenidos) o de forma intencionada con una motivación que no siempre está clara. A esto se suman el abandono rural y la gestión inadecuada del territorio, que crean condiciones más inflamables. El cambio climático agrava la situación, provocando olas de calor más frecuentes e intensas que secan la vegetación y hacen que los incendios sean más extensos e intensos, pero no es la causa directa del fuego en sí, según algunos expertos.

"Es verdad que el cambio climático agrava la situación pero no se puede achacar esto a la causa de los incendios. Entre el 50% y 70% de los casos son intencionados y es fundamental la dureza de las penas, las sanciones así como la prevención", asevera Juan Pablo. Por su parte, César explica que la forma en que se han desarrollado la mayoría de los incendios forestales que han tenido lugar este verano en España "hacen pensar que son intencionados, no es posible que se inicien a la vez todos esos fuegos, no se con que intención pero muchos de ellos son provocados". "Es muy importante la prevención, limpiar los montes, la ganadería extensiva para que los animales consuman la vegetación seca, reduciendo el combustible y actuando como cortafuegos naturales", afirma César. 

Ser bombero no conlleva solo actuar en la extinción de incendios, sino que se trata de una profesión de servicio público en la que uno de los principales objetivos es ayudar a los demás, actuar en emergencias diversas como accidentes, inundaciones o rescates, además de realizar tareas preventivas y de formación para proteger vidas, bienes y el medio ambiente. Así lo han hecho los ocho bomberos que este verano han viajado a algunas de las zonas arrasadas por las llamas. Lo han hecho bajo el mando del Jefe de Bomberos de la capital, Antonio Tobaruela, en sus días de vacaciones o renunciando a las guardias que han sido cubiertas por otros compañeros. 

Si algo caracteriza a estos profesionales es la perseverancia, la prudencia, la audacia, el manejo del estrés, el dinamismo, pero sobre todo la empatía y la solidaridad.