Raquel Torres: "La inteligencia debería estar al servicio de la felicidad"

Raquel Torres no ha dejado de hacer teatro desde que comenzó en el escenario del salón de actos del colegio, donde ya destacaba por su capacidad de interpretar todo tipo de personajes. No se le resiste ni uno solo de ellos y asegura que los crea con la intención de que todos sean diferentes a los anteriores.

Estudió Derecho y se encargó de llevar la empresa familiar donde daba trabajo a un buen puñado de familias. Desde hace unos años lidera, junto a su hermana, una empresa en la que buscan explotar el olivar de una forma más amable, respetando los tiempos del campo, transformándolo en un olivar ecológico. Todo ello sin dejar los escenarios, ni renunciar a las giras, pero sí apostando por la maternidad en el camino. Sus hijos han mamado el teatro y han podido subirse a las tablas con ella.
Invitro Teatro, grupo universitario de larga trayectoria, ha sido su sitio para desarrollarse como actriz a nivel profesional y tiene la suerte de que vengan a buscarla para ofrecerle personajes sin buscar trabajo ni presentarse a castings.

Una rara avis en el mundo de la interpretación, que está convencida de que la verdadera inteligencia radica que ser capaz de ser feliz: “La inteligencia debería estar al servicio de la felicidad”, dice. “El camino hay que recorrerlo, con todo lo que traiga. Yo no siempre he sido tan feliz, pero sí que siempre he tenido muchas ganas de recorrer el camino, viniera lo que viniera”.

Y en ese camino también se ha encontrado con la docencia y ayuda a otras personas a encontrar el suyo propio, aplicando las técnicas que ha aprendido a lo largo de su carrera como actriz.