Oleoturismo y PAC: una oportunidad estratégica para el olivar jiennense

Análisis del catedrático de Economía Aplicada y director del Observatorio Internacional de Oleoturismo de la UJA, Juan Ignacio Pulido Fernández

 Oleoturismo y PAC: una oportunidad estratégica para el olivar jiennense

Foto: Ramón Guirado

Olivo.

La nueva Política Agrícola Común (PAC) exige a los territorios rurales europeos transitar hacia un modelo más sostenible, innovador, competitivo y orientado a la diversificación económica. En un contexto de bajos márgenes agrícolas, incertidumbre climática y mayor exigencia ambiental, Jaén (principal territorio olivarero del mundo) necesita reforzar su resiliencia productiva y su competitividad global. En este escenario, el oleoturismo se posiciona como una herramienta estratégica de primer orden para afrontar los retos de la nueva PAC, alineándose plenamente con los principios de sostenibilidad, cohesión territorial, economía circular y valorización del patrimonio agroalimentario.

El oleoturismo ya es reconocido como “la segunda cosecha del olivar”, una vía eficaz para diversificar ingresos, reducir estacionalidad y fortalecer la cadena de valor, generando prescriptores de marca y estimulando un consumo más informado y culturalmente arraigado del AOVE. En un territorio como Jaén, donde el olivar es paisaje, economía e identidad, este turismo de interés especial aporta una capa adicional de valor territorial, imprescindible para responder a los nuevos requerimientos de la PAC sobre multifuncionalidad agraria, competitividad y vinculación entre agricultura y sociedad.

1. Profesionalización: clave para transformar la oferta en experiencias turísticas competitivas



La PAC exige profesionalizar la cadena agroalimentaria y orientar la producción hacia modelos más eficientes, innovadores y sostenibles. En oleoturismo sucede lo mismo: no basta con visitas y catas, porque este modelo se convierte rápidamente en una commodity. Las almazaras necesitan incorporar personal especializado en turismo, herramientas de interpretación, técnicas de infotainment y edutainment para divulgar el AOVE de manera atractiva y estrategias de segmentación que diferencien claramente a oleoturistas de oleoexcursionistas, dado que los primeros generan mayor impacto económico y social.

La profesionalización, además, permite evolucionar desde una oferta básica hacia propuestas más complejas: talleres gastronómicos, experiencias creativas, wellness con aceite, participación en la recolección, realidad virtual y sensorialidad avanzada, todo ello señalado como tendencia futura en la investigación científica del oleoturismo.

2. Internacionalización: Jaén como referente global del turismo del aceite

Uno de los retos de la nueva PAC es reforzar la posición internacional de los territorios rurales y sus productos. Jaén parte con una ventaja indiscutible: es el mayor productor mundial de aceite de oliva y cuenta con iniciativas pioneras como OleotourJaén. El oleoturismo facilita abrir mercados, captar visitantes extranjeros (tradicionalmente más propensos a valorar el AOVE de calidad) y posicionar el territorio en la economía global de la experiencia.

Además, la internacionalización no depende solo del turista que llega, sino de la capacidad del sector para crear rutas internacionales, redes colaborativas y una marca global del turismo del olivar.

3. Estrategia común y gobernanza: el oleoturismo como política territorial compartida

La PAC insiste en la necesidad de estrategias territoriales integradas. El oleoturismo es un campo idóneo para articular una estrategia provincial común, que conecte a almazaras, productores, alojamientos, restauración, guías, chefs, instituciones públicas y marcas de calidad. Jaén ya dispone de una base sólida, pero necesita consolidar una visión compartida que permita:

  • crear productos más competitivos,

  • generar economías de escala,

  • estructurar rutas temáticas y experiencias estandarizadas,

  • desarrollar plataformas de comercialización conjuntas,

  • y reforzar la cooperación público-privada.

Esta gobernanza colaborativa, ampliamente recomendada en los estudios del sector, es imprescindible para evitar la atomización actual y garantizar un liderazgo sostenido.

4. Valorización agroalimentaria y gastronomía: del paisaje productivo al producto turístico premium

La nueva PAC exige reforzar el vínculo entre agricultura y sociedad. El oleoturismo convierte el AOVE en un símbolo cultural, gastronómico y experiencial, capaz de conectar al consumidor con el origen del producto. En Jaén, este potencial se multiplica al poder integrar:

  • chefs con estrella Michelín y alta cocina basada en AOVE,

  • productos agroalimentarios locales,

  • rutas gastronómicas de territorio,

  • discursos de sostenibilidad, salud y dieta mediterránea,

  • experiencias creativas y sensoriales asociadas al olivar.

El turismo gastronómico, cada vez más determinante en la decisión de viaje, permite revalorizar el AOVE como un producto premium cargado de identidad y diferenciación. Ello coincide con los postulados de la PAC sobre diversificación, innovación y valorización del patrimonio productivo.

5. Superar la oferta básica: hacia experiencias con mayor impacto económico y territorial

La mayoría de visitantes actuales siguen siendo oleoexcursionistas (sin pernoctación), lo que limita el efecto multiplicador. La PAC apuesta por territorios más dinámicos, con servicios y empleo de calidad. Por ello, Jaén debe impulsar experiencias que induzcan estancia:

  • alojamientos en fincas de olivar,

  • spas y wellness con AOVE,

  • talleres largos y cursos formativos,

  • rutas culturales y de naturaleza integradas,

  • turismo creativo vinculado al paisaje, la fotografía o la recolección.

Estas propuestas, ya identificadas como tendencia por el Observatorio Internacional de Oleoturismo, permiten prolongar la estancia media, incrementar el gasto y generar una cadena de consumo que beneficia a restaurantes, comercios, guías, transportes y equipamientos locales.

El oleoturismo no es solo una actividad turística emergente, sino que puede y debe ser un instrumento estratégico para afrontar la nueva PAC, capaz de impulsar la competitividad del sector oleícola, fortalecer el medio rural, diversificar la economía provincial y proyectar internacionalmente la identidad de Jaén. Profesionalización, innovación, gastronomía, cooperación y experiencias auténticas y diferenciales son los pilares para que esta “segunda cosecha del olivar” se convierta en una palanca real de transformación territorial y un motor de futuro para el olivar jiennense.

Juan Ignacio Pulido Fernández. Catedrático de Economía Aplicada. Director del Observatorio Internacional de Oleoturismo. Universidad de Jaén