René Payo destaca el patrimonio como motor económico y de identidad local

El catedrático de la Universidad de Burgos (UBU) participa en los Cursos de Verano de la UNIA en Baeza

 René Payo destaca el patrimonio como motor económico y de identidad local

Foto: UNIA

El catedrático de la Universidad de Burgos, René Payo, ponente del encuentro "Úbeda y Baeza: talleres artísticos de la Edad Moderna"

El catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Burgos (UBU), René Payo, ha participado como ponente en el encuentro Úbeda y Baeza: talleres artísticos de la Edad Moderna de los Cursos de Verano de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) en la Sede Antonio Machado de Baeza (Jaén) y ha puesto de manifiesto el papel decisivo del patrimonio como recurso económico, social y de identidad, especialmente en territorios que, como Castilla, forman parte de la denominada "España vaciada".

«En muchos de estos lugares, el único recurso verdaderamente importante que permanece, el único recurso no deslocalizable, es el patrimonio», subraya Payo, quien destaca que numerosas iniciativas –con mayor o menor éxito– están contribuyendo a revitalizar pueblos y localidades, ofreciendo oportunidades de futuro a sus habitantes.

El profesor ha incidido en la importancia de las nuevas tecnologías como herramientas de acceso al patrimonio, pero advierte que no deben sustituir la experiencia directa, «no basta con que las nuevas generaciones conozcan el patrimonio a través de las redes sociales o de recursos digitales. Es necesario que lo vivan, lo disfruten, lo palpen, lo sientan de una manera inmediata».



En su análisis, Payo señala cómo la relación entre las catedrales y las ciudades ha evolucionado. «Históricamente han sido elementos de identificación colectiva y símbolos urbanos. Hoy día cumplen también una función económica, vinculada a su capacidad de atraer turismo, sin dejar de mantener su carácter espiritual y ritual», explica.

El catedrático de la UBU recuerda que las catedrales no son sólo patrimonio material, sino que albergan también un valioso patrimonio inmaterial, ligado a tradiciones, costumbres y actos cívicos. Ejemplo de ello es el Tribunal de las Aguas en Valencia, declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

Payo ha insistido en la necesidad de comprender el patrimonio como algo dinámico y enraizado en la vida cotidiana de las comunidades. «No siempre basta una visita rápida para descifrar su significado. El patrimonio vivo está vinculado a cofradías, tradiciones y celebraciones, donde lo material y lo inmaterial se funden con la identidad colectiva», afirmó.

En este sentido, aporta ejemplos como Salamanca, Burgos o Segovia, ciudades en las que el patrimonio además de conservar el pasado impulsa la economía, refuerza la identidad local y mantiene vivas las tradiciones.