Viajar en una camper: una forma de hacer turismo que está de moda

Los jiennenses Vanesa y David viajan con su hijo, desde hace varios veranos, en su furgoneta camperizada en la que tienen cama, ducha y cocina

 Viajar en una camper: una forma de hacer turismo que está de moda

Foto: EXTRA JAÉN

David cocina en uno de sus viajes en su furgoneta camperizada.

Desde hace unos años el turismo de camper crece a gran velocidad y gana popularidad como una forma distinta de viajar y de disfrutar de la carretera, los paisajes y los acompañantes. Las posibilidades que ofrece una furgoneta de este tipo son infinitas ya que el viajante elige el destino, las paradas, cuando y donde dormir, el tiempo de viaje, entre otras muchas cosas. Desde la playa hasta la montaña, pasando por pequeños pueblos rurales o paisajes de lo más encantadores. Así es viajar en una camper.

Desde hace varios años, Vanesa y David, junto a su hijo, viajan de esta forma. “Nosotros lo hacemos desde hace varios años. Somos tres, dos adultos y un niño, y este año hemos decidido recorrer Asturias, Cantabria, País Vasco y el Pirineo Aragonés durante 20 días, a bordo de nuestra camper”.

Esta familia jiennense pasa así sus vacaciones de verano, en su furgoneta camperizada que se diferencia de una común en que “se camperiza el interior”. Son pocas las diferencias con el diseño exterior de un vehículo comercial de este tipo y en cuanto a la autocaravana, la diferencia es que se usa el chasis de una furgoneta comercial pero para montarla se utiliza un módulo que está pensado para ofrecer todas las comodidades de una vivienda.

“Desayunamos y cenamos dentro, en plena naturaleza. Dentro tenemos una cama de 1,50 y dormimos ahí, también tenemos ducha”, cuentan Vanesa y David, quienes afirman que la experiencia “no solo es mágica sino mucho más barata que unas vacaciones tradicionales”.



Si pensamos en lo que costaría viajar en este tipo de vehículo, dependerá de si se alquila, para lo que hay empresas que ofrecen diferentes tipos de furgonetas camperizadas desde 39 euros la noche, o si se quiere adquirir una para hacer de este modo de viajar un estilo de vida. Los precios de compran varían pero las hay desde 35.000 euros. A estos precios habría que añadir el coste de los aparcamientos en zonas habilitadas, a parte del combustible.

“Nosotros vamos a recorrer unos 2.500 kilómetro aproximadamente, por lo que calculamos que el combustible nos costará entre 300-350 euros. En cuanto a las estancias en camping o áreas privadas, unas diez noches nos costarían unos 200 euros; la comida principal del día la solemos hacer en restaurantes y gastaremos unos 800 euros; y los desayunos y cenas las hacemos en la furgoneta ya que tenemos cocina, lo que supondrá un gasto de 200 euros. En gas, duchas públicas o peajes calculamos que unos 100 euros, por lo que el gasto total de nuestras vacaciones será de unos 1.700 euros, tres personas”, explican Vanesa y David.

Estas mismas vacaciones, con un alojamiento en hoteles durante 20 noches para tres personas saldría por casi 3.000 euros. A esto, habría que añadir las comidas en restaurantes que costarían unos 1.600 euros, además de los gastos de combustible y otros.

“Viajar con nuestra propia camper nos ha supuesto un ahorro de entre 2.300 y 3.400 euros respecto a un viaje clásico. Pero más allá del ahorro, lo mejor es la libertad absoluta, dormir junto al mar, despertar en mitad del bosque o cenar al atardecer con vistas a los Pirineos”, detalla la pareja jiennense. Aunque para ellos, lo mejor, dicen, es viajar sin tener que hacer reservas, sin horarios y sin estrés.

Ventajas


Viajar en una furgoneta camper es una buena opción para parejas, familias pequeñas o grupos reducidos de amigos. La movilidad, la facilidad de conducción o la posibilidad de pasar la noche en el lugar que apetezca son otras de las ventajas.

Además, se suele gastar menos combustible que viajando en una autocaravana. Es ideal para los amantes de la aventura, de la acampada y de los largos paseos. Dependiendo del diseño habrá diferencias en el interior pero, por lo general, todos los modelos cuentan con baño, camas, área de cocina y una zona común donde los pasajeros comparten el viaje.



Y una de las cosas que más valoran quienes eligen esta forma de viajar, es que se viven experiencias de turismo responsable y ecológico. Porque el buen uso de recursos como el agua, la electricidad, el gas y el combustible se traduce en una movilidad sostenible y autónoma, ya que se puede disfrutar de camping autosuficiente durante más días, ahorrando tiempo y dinero por el camino.

Otra buena opción es planificar las rutas que se realizarán duran te el viaje para no perderse los puntos de interés y tener opciones en caso de que se presente algún contratiempo. Y por las noches, se puede escoger dormir en lugares únicos que de otra manera no se habrían conocido. Los expertos en este tipo de viajes recomiendan hacer una lista de equipaje debido al espacio reducido con el que se cuenta así como aprovechar para utilizar otros medios de transporte como la bicicleta o caminar. Además, ofrecen una guía de buenas prácticas a la hora de hacer turismo en una furgoneta camperizada.


Ser respetuoso con el medio ambiente y el paisaje, optimizar los estacionamientos teniendo en cuenta las condiciones climatológicas para ahorrar energía, no dejar nada en los lugares que se visitan, un buen descanso, no malgastar el agua o la electricidad o dejar las aguas sucias en los lugares habilitados para ello, son algunos de los consejos que dan quienes ya se han hecho a esta forma de viajar. "El futuro de los viajes será sostenible o no será", así lo afirman los viajeros que ya han convertido esta práctica en un estilo de vida.

“Tener camper propia es una inversión que se recupera sola con cada escapada. No solo ahorramos dinero, ganamos recuerdos, rincones y experiencias únicas. Y eso, como se suele decir, no tiene precio”, concluyen Vanesa y David.