Villanueva del Arzobispo anuncia que no autorizará la planta de biometano

El alcalde Jorge Martínez asegura que no compensa lo positivo del proyecto si hay malos olores y perjuicio para los vecinos

 Villanueva del Arzobispo anuncia que no autorizará la planta de biometano

Jorge Martínez ante la planta situada a 2 kilómetros del casco urbano de Casasbuenas que ha visitado estos días junto a vecinos y autoridades del pueblo

El alcalde de Villanueva del Arzobispo, Jorge Martínez Romero, ha confirmado que el Ayuntamiento renuncia definitivamente a la instalación de una planta de biometano en el municipio. La decisión, explicó, se toma tras visitar una planta similar en la localidad de Casasbuenas (Toledo), donde constató la existencia de olores y molestias para los vecinos.

“Olores en Villanueva no queremos. Si hay olores, los beneficios no compensan”, afirmó el regidor durante una entrevista para DIEZ TV en la que ha anunciado públicamente la medida.

Martínez Romero recordó que el equipo de gobierno ya había condicionado cualquier avance del proyecto a comprobar el funcionamiento real de una planta de nueva generación. “Dijimos que hasta que no viéramos una funcionando, no se movería ni un papel”, señaló. Según el alcalde, los trámites administrativos se mantienen paralizados desde hace meses y no se retomarán tras constatar las consecuencias negativas en el municipio vecino.



Durante su visita a Casas Nuevas, el alcalde habló con su homólogo y con vecinos afectados, quienes le trasladaron que la planta genera episodios de malos olores que, aunque no son continuos, han provocado quejas y malestar. También observó deficiencias en el transporte de residuos, como camiones sin lona, lo que incrementa el impacto ambiental.
Aunque el proyecto en Villanueva habría aportado beneficios, como puestos de trabajo, mejoras agrícolas y la recuperación de suelos, Jorge Martínez considera que el riesgo de olores hace inviable su instalación. “No merece la pena si los vecinos no pueden estar tranquilos en sus casas”, sostuvo.

El alcalde negó que su decisión esté motivada por la presión vecinal, aunque reconoció el clima de tensión y críticas que vive en redes sociales y en la opinión pública local. “No me han hecho ceder las presiones. La decisión es técnica y por el bien del pueblo”, insistió.

Martínez Romero también lamentó lo que calificó como una “campaña de acoso” hacia su persona, y pidió a los vecinos que no se dejen llevar por desinformaciones. “Si hubiera plantas sin olores, en el futuro otro gobierno podrá valorar su instalación, pero hoy por hoy no”, concluyó.