Mediodía en la provincia de Jaén

Catalina Madueño

Respeto y palmeros

La opinión de Catalina Madueño


Las noticias de las últimas semanas relacionadas con la falta de comunicación a las mujeres afectas por el cribado del cáncer de mama de sus resultados radiológicos tengo que reconocer que me tienen completamente horrorizada.

Y es que es inevitable pensar, como mujer y como ser humano, en la terrible angustia de aquellas mujeres giennenses, y de toda Andalucía, que al intentar consultar sus resultados, no pueden acceder a ellos. Aquellas mujeres que han tenido algún problema posterior y no pueden comprobar el alcance temporal de su afección, aquellas mujeres que hayan sido diagnosticadas en estadíos avanzados de la enfermedad y sea inevitable que piensen que todo podría haber sido distinto si dos años antes hubieran detectado el inicio de los tumores en sus mamas. Y esa angustia persiste aún, muchas que necesitan hacerse las pruebas diagnósticas sencillamente para poder dormir por las noches, están sufriendo retrasos y aplazamientos, y es que ahora hay ya tal colapso que no pueden hacerse esas pruebas ni aún pagando por ellas, a veces con un dinero que no tienen. Y tampoco tengo dudas de la angustia que estarán sufriendo sus familias y sobre todo, nuestros profesionales de la sanidad, que siguen siendo unos héroes, aunque los desesperados movimientos políticos de los últimos tiempos quieran hacerlos parecer villanos, solo ellos saben las penurias de un sistema de cuyos fallos intuyo que no hemos visto más que la punta del iceberg. Un horror.



Quiero hacer un alegato de visibilización de todas estas mujeres, pero todas somos las afectadas y necesitamos unión entre nosotras y también necesitamos que nuestras mejores voces estén presentes y sientan nuestro apoyo. En nuestra provincia contamos con la mejor, la más brava, la más comprometida y valiente, nuestra parlamentaria Ángeles Ferriz, que me encantó comprobar en redes que hasta el mismísimo Oscar Puente la retuiteó, o como se diga en la red X, junto a miles de personas en esta y otras redes y medios de comunicación.

Y respecto a la gestión de esta crisis, espero que desde la Presidencia de la Junta de Andalucía se entienda que lo que las mujeres necesitan es que se actúe y se diga la verdad, que lo que los profesionales necesitan es medios y que los dejen trabajar. Y desde luego, que no se caiga en el error que protagonizó el (ex)presidente valenciano hace unos días, cuando un ejército de palmeros tuvieron el dudoso honor de cerrar una indigna comparecencia exculpatoria con una cerrada ovación, y luego tuvo que dimitir poco después por el clamor popular. Cualquiera podría responderme que nadie les obligó. Pues ahí está, hagamos lo justo para las giennenses, para las andaluzas, para todas las mujeres. Es una cuestión de respeto.