La chapa

Carlos Oya

Autonomías

Si un gobierno democrático pide los datos de lo que sea a una autonomía ésta debe dárselos “ipso facto"

Decía Mark Twain que es mejor estar callado y parecer un bobo que abrir la boca y confirmarlo, consejo que  suelo seguir pero hoy no pues una serie de interrogantes me acucian    desde hace bastante tiempo y no escucho su  eco en los medios de comunicación.  La semana pasada  el rey concedió la máxima condecoración del país (el Toisón de oro, ¡el mismo vellocino de Jasón y los argonautas!)  al ex presidente Felipe González  junto a Miquel Roca y Herrero de Miñón. Figuras clave en “ La transición”  siendo los dos últimos  además padres de la Constitución que aún nos rige en su integridad salvo alguna modificación circunstancial  y/ o semántica ( supresión de la pena de muerte en situación de guerra , cambio del  término  “disminuido” por  “persona con discapacidad”…)  junto a un asunto de  mayor enjundia ( integración de  la “estabilidad económica” como principio rector de las administraciones públicas) . Teniendo esto en mente se puede decir (creo) que tenemos la misma Carta Magna que los españoles aprobaron por referéndum el  6 de Diciembre de 1978. En principio el concepto de autonomía iba ligado a las “nacionalidades históricas” (Galicia, País Vasco, Cataluña). Se comprende que con la que estaba cayendo en la segunda mitad de los setenta ( una parte del ejército nerviosilla, terrorismo “a go- go” , crisis económica…)  nuestros  “ padres conscriptos” se la liaran con papel  de fumar para si no lograr un documento que contentara  a todos al menos no molestara  a nadie y el país no descarrilara  de la senda democrática apenas recorrida ; algo que consiguieron con todos los “peros” que se le pueda  poner  “a posteriori”  ya que  de toda la vida es  cómodo hablar “a toro pasao”.  Uno de ellos fue el título VIII  donde aparece el concepto de autonomía y la forma de acceder a ella  al final resumido en la famosa frase “café para todos”  (por cierto,  la gente suele olvidar las irregularidades en  el tortuoso proceso autonómico andaluz), otro, ese ambiguo  término de “nacionalidades”,  motor de incontables disputas bizantinas. Si hay algo de lo que estoy convencido es de que los autores de nuestra Carta Magna no se reconocen (“reconocerían” en el caso de los finados)  en la “praxis” del actual estado de las autonomías. No tengo ni el bagaje académico necesario ni las fuentes para aseverar que el estado autonómico no funciona en general  pero me atrevo a decir que falla en algunos aspectos. Lo que en principio debería ser un sistema donde todas sus partes colaboran por el bien común (municipios, provincias, comunidades autónomas, gobierno central) ha derivado en un maremágnum con matices  de cantonalismo que  olvida su propósito y la razón por la que fue creado. Para  comenzar la institucionalidad… ¿cómo se pueden permitir plantones de  presidentes autonómicos al presidente o incluso al jefe del estado (con más delito en los partidos de derechas que se los supone antinacionalistas pero sus acciones son secesionistas al debilitar con su comportamiento la estructura de un estado democrático sea quién sea la figura que ejerza el  cargo del presidente del gobierno)?, más aún… ¿cómo les sale gratis?  No digo que los azoten con un látigo por negar el saludo a un superior  como hace Jack Aubrey  en su “Surprise” pero alguna sanción y /o amonestación no estaría de más. Si el presidente de la nación convoca vas (que es tu obligación y para lo que se te paga), te cagas en sus muelas si es el caso y luego se despide uno con cortesía. ¿Qué tenemos: presidentes autonómicos o reyezuelos de taifas? Este rollo infantil de “no me junto”, “no me llama”, “no me coge el teléfono”  es más propio de chavales de 3º de la E.S.O.  con un pavo que se sale de la  gráfica. Por no hablar de “los hijos de la fruta”, ejemplo de estilo y formas para  generaciones venideras.  La política española se ha convertido en un culebrón con las tertulias políticas como catalizador. Este anecdotario grimoso de puteros de verbo zafio, fraternidad mal entendida  y comprometidos confesos conforman una bruma que impide ver el mar. Ya la crisis del  COVID dio un aviso pero como los españoles en cuestiones políticas más que memoria  de pez  la tenemos de boquerón  se lo recuerdo yo: ¿cómo podía haber 17 formas de contar los muertos? , ¿por qué algunas autonomías no entregaban los datos o cuándo lo hacían era a regañadientes? A día de hoy la cacareada Agencia de Salud Pública no tiene ni designada su sede. Que la próxima pandemia nos coja confesados. Seguimos: comunidades  que se niegan a dar las listas de cribado de cáncer de mama al gobierno central. Y ya no es cuestión de si unos de si otros. Si un gobierno democrático le pide los datos de lo que sea a una autonomía  ésta debe dárselos  “ipso facto”. Alemania es un estado federal pero desde mi ignorancia creo que se libran de estas cuitas .No olvidemos que las competencias no caen del cielo tal  aleya del Corán  sino que son prerrogativa del estado que ha tenido a bien delegar en los territorios y puede recuperarlas cuando lo vea necesario (el famoso artículo 155). No estamos ante el Leviatán de Hobbes. Sin ir más lejos, la D.A.N.A. Sí, Mazón lo más peor pero hoy (29 de Octubre) me levanto con la noticia de que el gobierno pidió (sic) el aviso a móviles a la Comunidad Valenciana a las 18: 35. La comunidad valenciana no los mandó hasta pasadas las ocho. Ya sabemos que a Mazón se le va caer el pelo crespo que gasta pero… ¿Moncloa sabía lo que venía  y se quedó de brazos cruzados por un “quítame  estas pajas” digo… competencias? Cuando Rajoy activó “el 155” en los disturbios catalanes sólo hubo una víctima mortal (y no está muy clara su relación con los incidentes). Ahora hay  más de doscientos muertos y cuerpos sin aparecer. Es difícil de creer que catástrofe de tal magnitud no hubiera acarreado víctimas  pero quizá habrían sido menos (sólo una menos y habría valido la pena) con una coordinación en condiciones de todos los actores en juego. ¿En serio que el gobierno de la nación no solo se piensa lavar las manos sino  sacar rédito electoral? Existe una figura penal llamada “omisión de socorro”. Y podríamos seguir: la educación, la vivienda…e incluso llegar a nivel subatómico administrativo… ¿alguien me puede explicar por qué en la A 44 el tramo de Granada es una carretera con baches y en cuánto cruzas el límite provincial a Jaén  se convierte  automáticamente en un bache con carretera? ¿De quien depende? ¿De la autonomía, de las diputaciones provinciales, del cantón de Motril?  Yo lo único que digo que a esto de las autonomías hay que darle una vuelta. Eso sí, para una cosa sirven y es científico: para cuando vienen buenas todos se cuelguen medallas y cuando malas escurran el bulto.